domingo, 25 de octubre de 2009

Pene pal´ que lea.


Sin duda ciertas tiendas y rincones del centro de nuestra ciudad están hilvanados por una búsqueda común. Son un laberinto continuo de pequeños placeres que no tiene un muy claro lugar de inicio, pero cuyo final siempre es el sexo, diversificado en detalladas formas. Usando juguetes, pequeños masajeadores de clítoris, cremas estimulantes que se aplican mediante un sensual e íntimo toqueteo que busca liberar las tensiones acumuladas durante este duro año que ya está en su brecha final. Consoladores que siempre son el producto estrella en sus variados tipos. Hay penes de silicona, de plástico, a tamaño real o del porte de un brazo, con exageradas rugosidades para las más exigentes, o copias fieles de los miembros viriles de actores famosos del cine triple X gringo. Hay un producto nuevo que permite hacer un molde del pene de la pareja o amante y anexarle un mecanismo vibrador. Existen complejos penes de apariencia real, que incluso tienen la gracia de eyacular, y que además de ser fetiches de placer, parecen tótem en miniatura. Pequeños monumentos hechos como para probar que la tecnología todo lo puede. Hay muñecas eróticas, provocadora y minúscula lencería y una serie de sugestivos juguetes y cremas naturales para sexo anal y masajes de pareja. Látigos, disfraces, bombas al vacío para agrandar el pene y pastillas que producen excitación. Películas con las más apetecidas actrices porno como Cytherea, una gringa que es la máxima exponente de la eyaculación femenina. Esta chica, al acabar, lanza por la vagina litros de líquido en medio de un desbordante orgasmo muy parecido a una explosión volcánica. También se encuentran en estas tiendas una serie de cintas de culto del género para adultos como las famosas películas Taboo, que tratan sobre relaciones incestuosas desplegadas con la maestría del buen porno ochenteno y con actores de culto. Más que nunca en esta temporada los dueños de los sexshop capitalinos sacan cuentas alegres. Son los vasos sanguíneos que se dilatan, según cuentan algunos; es la ausencia de ropa que trae imágenes de hermosas chicas enseñando el cuello y el bronceado final de sus escotes o la curvada línea de sus espaldas que termina en hermosos traseros redondos, infinitamente acariciables. ¡Ah, el verano que se aproxima y que hace crecer el deseo sexual de los chilenos! Y si alguien lo duda, sólo basta darse una vuelta por los sexshop para ver cómo la gente entra a buscar, más que nunca en los días de calor, algún juguete para pasar intensas horas de romance. Recomendamos darse una vuelta por la tienda Solo Adultos, frente al cerro Santa Lucía. Aquí puede el curioso proveerse de una serie de datos, películas y elementos exclusivos para pasar un verano como el cuerpo manda. También hay lugares interesantes desplegados a lo largo de la calle Huérfanos como el Gallery o el Sexram en Huérfanos 786, que sorprende con el aviso de Viagra natural femenino y cremas para combatir la disfunción eréctil.

2 comentarios:

  1. yeahh !!
    yo conozco el de santa lucia,parece que aquí en valpo no hay ..

    los sexshops son lo kitsch de lo kitsch, eso y los gatos esos que mueven una mano y te saludan.

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  2. Excelentemente cierto!!! el sexo vende, aunque debo reconocer, con un poco de vergüenza y de miedo, que aún no compro...

    Pero en fin, uno no puede andar por ahí lanzando primeras piedras y bebiendo aguas a destajo...

    Otra vez un placer leer amigo, aunque quisiera hacer una crítica constructiva con mucho cariño, pon algunos "puntos aparte", me esfuerzo menos al leer y debo guardar fuerzas para el sexo.

    un abrazo
    http://kokepato.blogspot.com

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